Adaptación de nuestra mentalidad
Nuestros esquemas mentales y prejuicios nos hacen que, al pensar en el buceo adaptado, pensemos en personas que difícilmente pueden moverse en un ámbito normal.
Sin embargo, hemos de considerar principalmente dos cuestiones.
En primer lugar, no siempre vamos a dirigirnos a personas con una discapacidad severa. A veces incluso, el buceo adaptado lo “usamos” para alumnos sin ninguna discapacidad pero sí precisan de ciertas adaptaciones o que se ven incapaces para realizar todas las destrezas que un buceador debe aprender durante el curso.
En segundo lugar, nos podemos encontrar con personas que, con una discapacidad severa, comprobamos que son felices en el agua y que se desempeñan con extrema soltura y que se las ingenian para moverse por la embarcación, entrar y salir del agua, etc.
Por ello es importante esta adaptadción de nuestra mentalidad y romper ciertos esquemas mentales que nos están restringiendo para poder acercar el buceo a una mayor población.